domingo, 20 de noviembre de 2011

"Era un día soleado y cálido para un diez de octubre. Se sentaron en un banco, dando puntapiés a las crujientes hojas moradas y rojizas que alfombraban el suelo.
-El otoño es mi estación favorita. -dijo él.
-Mmm. -Ella odiaba el otoño.
El otoño apestaba. Era muerte y putrefacción. A saber qué se escondía debajo de esas hojas.
Pero también odiaba el verano. Demasiado jolgorio y alegría. 
-¿Cuál es tu estación favorita? -preguntó, atento a cada respuesta que ella le daba.
-La primavera -mintió.
También odiaba la primavera. La sacaba de quicio. Toda esa frescura y esperanza que al final quedaban en nada. El invierno era la única estación que tenía sentido para ella. Pero no lo decía. Si desvelas que tu estación favorita es el invierno, estás obligado a cantar las alabanzas de los muñecos de nieve y los turrones para que nadie se percate de lo raro que eres".







*Somewhere Only We Know - Keane

2 comentarios:

  1. Oh... pues a mi me encanta el olor a putrefacción mojada de miles de hojas marrones cayendo al compás, guiados por una brisa continental imprecisa, un soplo tras otro, respiraciones y suspiros de una estación olvidada... piensa lo que quieras, yo por esto no me veo obligado a odiar ninguna otra estación...

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  2. Todas y cada una de las estaciones tienen su punto de alegría. Llegan cuando más las necesitamos y cuando más ganas tenemos de ellas :)

    Invierno (Nieve, lluvias, fríos, gorros, guantes, mantas, calcetines gruesos...)

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