A mirar por la ventana y confundir la pared blanca del edificio de enfrente con las nubes. A poder distinguir el mar azul del cielo gris. A que las 17.30 parezcan las 20.00.
cada nube es un plan,
se transforma al viajar,
y no pesa y se va.
Somos nubes, no más.
Haz con ellas lo que pienses.
ResponderEliminarY cómo nubes hemos de quedar.
ResponderEliminarY entre sola nubosidad
día de viento, de viajar
hágase la nube un ovillo
dedíquese la nube a admirar (a todo aquel ajeno mortal)